sábado, 23 de enero de 2010

Agua

La maestra explicó que el cuerpo humano es 60% agua. Matías preguntó cómo era posible entonces que no nos derramemos. La maestra dio algunas explicaciones científicas al respecto, y dijo también que así mismo, el 70% de la superficie del planeta tierra esta compuesto por agua. Sonrió, y aclaró que aunque el mundo es redondo, tampoco se derrama. Volvió a sonreír.
Matías pensó que las personas somos como vasos no del todo llenos, y la tierra como uno de esos globos de agua que se tiran en carnaval, pero que aún no había aparecido una mano lo suficientemente grande para arrojarlo y que reviente. Pensó esto mientras la maestra hablaba de la gravedad, las moléculas y esas cosas. ¿Has comprendido, Matías? Le preguntó finalmente. Sí, es muy interesante, seño. Respondió el niño con los ojos fijos en ella, que era un vaso con dibujitos, casi lleno de agua. Entonces el vaso de los dibujitos se inclinó hacia el escritorio a recoger unas carpetas, y Matías temió profundamente que se derramase. Me alegro que hayas comprendido, concluyó la seño mientras regresaba a su posición vertical. Matías suspiró aliviado... (de no haber sido así, su amor se habría transformado en un charquito, y él habría derramado algunas lágrimas).